La Hija de la mesa
No hay ser que la haya visto bailando
Ni con sus pies forjando la arena blanca
sin zapatos, sin herraduras
la linda, la Hija de la mesa
Ojalá se me diera pasear con ella
Si no en éste mundo en otra realidad
mirar y soñar sus piernas torneadas
Apuesto a que necesita alguien que la escuche
A diario la veo, bonita, callada y firme
Me pregunto cuál canción la hará bailar
para poder alzarla en peso
y hacerla volar a poca altura en éste mundo
Pero no se puede, ojalá se pudiera
Ella no me entiende, no me puede hablar
Unicamente cuando la sueño
como una pluma que se aparta cuando me acerco
la veo y anhelo apoyarme en ella
la hija de la mesa...
Tan bella, tan extraña, tan dura.
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